Como ya sabrás, la industria de la construcción es uno de los mayores usuarios de recursos globales y por ende, uno de los principales contribuyentes de la contaminación. Es por ello que se trata de un sector que cuenta con una gran responsabilidad a la hora de ayudar a la sostenibilidad del entorno.
En este artículo veremos qué es la construcción sostenible, así como sus beneficios tanto ambientales como financieros.
¿Qué es la construcción sostenible?
La construcción sostenible abarca criterios que van desde la elección de los materiales y los procesos constructivos, hasta el entorno urbano y su desarrollo. Este tipo de edificaciones busca la adecuada gestión de los recursos naturales, tales como el agua, y el ahorro de energía. Hablar de edificaciones sostenibles es hablar del menor impacto negativo para el medio ambiente y el mayor impacto positivo para las personas que habitan en dicha edificación.
En la construcción sostenible se construye con recursos y materiales renovables y reciclables. De hecho, durante los proyectos de construcción se debe estar alerta con el fin de reducir los desechos y el consumo de energía cuando sea posible y así proteger el entorno natural alrededor del proyecto.
El resultado de un proyecto de construcción sostenible debe ser un edificio o entorno respetuoso con el medio ambiente.
¿Por qué es importante la construcción sostenible?
Según la Escuela de Sostenibilidad de la Cadena de Suministro en Reino Unido aquellos trabajos de edificación y construcción en países que formen parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) hacen uso de:
- 25-40% de la energía total.
- 30% de las materias primas.
- 30-40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
- 30-40% de generación de residuos sólidos.
Teniendo los datos en la mano, es evidente que la construcción sostenible es una prioridad para la mayoría de empresas dedicadas a la construcción y mantenimiento de edificios.
Los retos de la construcción sostenible
A día de hoy, la construcción sostenible tiene un problema de percepción. Son muchos los que creen que la construcción sostenible es demasiado costosa, lo que puede hacer que parezca una opción menos atractiva.
Sin embargo, aunque el coste inicial sigue siendo un problema, cada vez son más los propietarios de edificios ecológicos que informan de grandes ahorros financieros a través de la reducción de los costos operativos gracias a los materiales sostenibles utilizados.
Beneficios de la construcción sostenible
La construcción sostenible plantea numerosos beneficios que pueden etiquetarse en las siguientes tres categorías:
Beneficios ambientales
Como es lógico, el uso de energías renovables y de materiales de construcción sostenible son vitales en la lucha contra el cambio climático. Si ha esto le añadimos que muchos edificios poseen mejoras en la gestión de residuos y las emisiones, tendremos construcciones 100% sostenibles.
Según el Consejo Mundial de Construcción Sostenible:
“Los edificios ecológicos no solo pueden reducir o eliminar los impactos negativos sobre el medio ambiente, al usar menos agua, energía o recursos naturales, sino que también pueden, en muchos casos, tener un impacto positivo en el medio ambiente (a escala del edificio o de la ciudad) al generar su propia energía o aumentar la biodiversidad”.
Beneficios financieros
A menudo se critica la construcción sostenible por el uso de materiales con un coste elevado, sin embargo los edificios ecológicos a menudo son considerados más valiosos que los tradicionales.
Los datos muestran que las construcciones sostenibles logran un aumento del 7% en su valor catastral en comparación con los edificios tradicionales, además de que los ahorros en las facturas de servicios públicos para los inquilinos de hogares sostenibles suelen ser comunes en forma de ayudas gubernamentales.
Beneficios sociales
En el informe de 2018 del Consejo Mundial de la Construcción Ecológica se refleja lo siguiente:
“Los beneficios sociales de las edificaciones sostenibles son cada día más importantes, en particular la salud y el bienestar de los ocupantes, lo que refleja la importancia de las personas en el entorno construido…”.
En definitiva, la construcción sostenible no solo significa una mejora sustancial en la salud para las personas que usan los edificios, sino que también se ha demostrado que mejora la productividad de los trabajadores durante la construcción gracias a mejores entornos de trabajo y a la protección contra el ruido.