En el sector de la construcción, la implementación de nuevas tecnologías puede marcar la
diferencia entre proyectos que cumplen con plazos y presupuestos y aquellos que se ven
afectados por errores costosos. Un proyecto piloto se convierte en la estrategia más segura
para probar innovaciones sin arriesgar la operación completa.
Herramientas como GAMMA AR, que emplea realidad aumentada para mejorar la
coordinación entre la oficina técnica y la obra, requieren validación en entornos reales pero
controlados. Este enfoque permite medir beneficios como reducción de errores,
optimización de tiempos y control de costos.
Además, integra conocimientos provenientes de diferentes disciplinas. En MCAD,
facilitamos un puente entre el diseño digital y la ejecución física.
¿Qué es un proyecto piloto en construcción?
Un proyecto piloto es una prueba de alcance limitado y tiempo definido que busca evaluar
una nueva herramienta, tecnología o método en un escenario real de obra. A diferencia de
una implementación completa, el piloto permite experimentar en un espacio seguro, detectar
riesgos potenciales y generar datos objetivos que respalden la decisión de invertir en la
solución a gran escala.
En la construcción, donde los retrasos y el retrabajo representan pérdidas millonarias, los
proyectos piloto ofrecen evidencia práctica de cómo una innovación puede impactar la
productividad y la calidad final.
¿Por qué implementar un proyecto piloto con GAMMA AR?
La industria de la construcción enfrenta un problema recurrente: la falta de comunicación
efectiva entre los equipos de oficina y de campo, lo que genera inconsistencias en planos,
retrasos y correcciones costosas. La realidad aumentada de GAMMA AR busca resolver
este desafío al superponer modelos digitales directamente sobre la obra, facilitando la
detección temprana de errores y mejorando la colaboración en tiempo real.
Al aplicarlo en un proyecto piloto, las empresas obtienen varias ventajas estratégicas:
mitigación de riesgos, prueba de valor con métricas tangibles, mayor aceptación por parte
del equipo y control de costos al invertir solo en soluciones probadas.
Cómo ejecutar un proyecto piloto de manera efectiva
Un piloto exitoso requiere planificación clara y participación activa del equipo. A
continuación, los pasos clave para hacerlo bien.
Definir objetivos claros
Establece desde el inicio qué se busca comprobar con el piloto: reducir retrabajo, mejorar la
coordinación entre oficina y obra, acelerar la detección de conflictos constructivos, u otros
objetivos medibles. Esos objetivos deben orientar la selección de indicadores y el diseño de
la prueba.
Delimitar el alcance
Selecciona un área o fase representativa pero manejable. Un alcance controlado permite
recopilar datos útiles sin sobrecargar recursos. Por ejemplo, enfocar el piloto en la
instalación de redes o en una estructura específica puede ofrecer aprendizajes aplicables a
otras fases.
Involucrar a los actores clave
Incluye a gerentes de proyecto, supervisores, encargados de planificación y a los usuarios
finales en obra. Su participación temprana asegura que el piloto responda a necesidades
reales y facilita la aceptación cuando llegue la ampliación.
Capacitar y acompañar al equipo
La formación práctica reduce la fricción al usar la herramienta. Combina sesiones teóricas
con pruebas en campo, y deja canales abiertos para soporte durante toda la duración del
piloto.
Medir y analizar resultados
Define indicadores de éxito desde el comienzo: reducción de tiempos de resolución de
incidencias, disminución de retrabajo, número de conflictos detectados en fase constructiva,
entre otros. Lleva un registro sistemático para poder comparar el antes y el después.
Documentar lecciones aprendidas
Registra qué funcionó, qué no y por qué. Esta documentación será la hoja de ruta para
ajustar procesos, mejorar la herramienta y preparar la ampliación.
Planificar la ampliación
Si los resultados son positivos, diseña un plan de escalado que incorpore los ajustes
detectados en el piloto: capacitación masiva, integración con flujos de trabajo existentes y
despliegue progresivo en proyectos adicionales.
GAMMA AR como catalizador de la transformación digital
El valor de un piloto no está solo en validar una herramienta, sino en cambiar la forma de
trabajar. GAMMA AR conecta el modelo virtual con la obra física, permitiendo visualizar
conflictos antes de que se materialicen. Esto reduce la dependencia de planos impresos y
mejora la toma de decisiones en tiempo real. Además, una prueba bien diseñada promueve
una cultura de innovación: equipos más abiertos al cambio, procesos más transparentes y
una gestión de obra orientada a resultados.
Conclusión: pequeños pasos hacia grandes transformaciones
Un proyecto piloto es una inversión estratégica que reduce riesgo y genera confianza en la
adopción tecnológica. Con objetivos claros, alcance controlado, capacitación y medición
rigurosa, las empresas pueden validar el impacto de GAMMA AR antes de una
implementación total. Así no solo se mejora la coordinación entre oficina y obra, sino que se
establecen bases sólidas para una construcción más ágil, precisa y sostenible.
